Pretemporada
taurina, sosa, aburrida, los cinco amos del cotarro dando el culo a
la plaza de ustedes, taurinos, sin atisbo de arrepentimiento,
caballeros maestrantes tiene la Maestranza, mas sabrá el árbitro
que nosotros. En eso les envidio, me gustaría que las Ventas tuviese
caballeros ventantes que pusiesen su montaña de arena para que el
G5, evitaré el portentoso adagio popular, no pisase por aquí.
Hay
que hablar de Morante para que se comprenda que hablo de toros: el
aura artificial del artista del artificio debiera estar por los
suelos vista la temporada mexicana en la que hizo costumbre el
vómito, perdón la devolución. En el devocionario de ustedes,
aficionados de pro, sigue en el lugar del santo del día, ¡aleluya!.
Y
de ustedes mismos, taurinos hijosdalgo pasando de muleta,
infatigables, atroces chotas, temibles becerros, sanguinarias
vaquillas dignos todos de pintura y cantar, con ese arte y esa
pureza, con esa prestancia y torería tan parecida en todo a la del
Maestro de Maestros, grado 33 de la logia taurómaca: Julián López.
¡Una de destoreo! ¡Marchando!
Pretemporada
aguada, sin lugares secos donde digerir la leche, Don Alipio dixit,
los salvajes enemigos antes mentados. Aguada y sin embargo de cuernos
secos, secos como el olifante de Rolando, como las arcas del Estado,
como el coño de la Inés.
Secos
gracias a los condones de yeso que portan los artiodáctilos, otrora
soberbios guardianes de la dehesa hoy tontos de los capirotes. ¡Cómo
os ha dejado la modernidad , valientes guerreros! De todos modos, los
mas poderosos, los mas armados y fieros de vosotros a lo mas que
podríais aspirar es a ser diversión cornimanipulada en fiesta
popular de catalán antitaurino, o de patanes de probada afición,
refugiados en lo alto de un cuatro por cuatro. Quizá vuestro nombre
alcanzase un instante de gloria si fueseis selectos para ser
alanceados por aguerridos caballeros longilanzones protegidos por
legiones de tractores.
La
plaza que se caía, a trozos, a pedazos, a cachos, sin solución, su
derribo era la fatal consecuencia de las penosas regencias anteriores
al actual regidor, ya no se cae. ¡Oh venid y postraos hombres de
buena fe! ¡Este es el misterio! ¡Este es el milagro del Plantío!
(Servicios de 5 a 7, se admiten donativos).
No
se habla este año de futuras epopeyas, gestas que lo son incluso
antes de fraguarse en la imaginación de cualquier paniaguado
plumífero. ¡Canta Thodol, canta! Se habla de menages a quatre,
cuatro son los jinetes, cuatro los reyes, cuatro las sotas y cuatro
los picadores en las esquinas, Reverte en medio ¡Reverte en medio!.
Ternas, no: cuaternas, ¿Qué no falte nadie eh? ¡Qué no falte
nadie! Armónicas quadrilles, cadenciosos paseos, jugando ora la
amistad, ora el deseo o tal vez, quizá: el amor.
Y
del natural Ars Amandi a dos, dos que se aman caben en cualquier
cama, manos a mano, mano sobre mano, que nada dicen, que nada cantan,
que no encantan, absolutamente prescindibles, sin atisbo de
competencia, de paseíllos de palmadita en el culo y besito al
terminar, sin cigarrito que es malo, de eso se habla.
Se
habla de festivales flamenco-taurinos en los que, supongo darán el
cante arriba y abajo con los semejantes corniausentes de los
supraescritos que eso, eso es la esencia del arte.
Puestos
a hablar, hablemos. Hablemos de Madrid.
Madrid
ha resuelto que Taurodelta ha cumplido, ¡Pa chulo mi Madrid! Y, si
lo dice, por algo será que para eso tiene seis letras. A Taurodelta
se le cayo el palo del sombraje, siendo, que lo es un desdoro
semejante caída, por menos se han disuelto matrimonios, a Madrid, a
mi Madrid no le importa, ¡No es culpa tuya cariño! ¡Es culpa del
viento! "¡A
Dios pongo por testigo que jamás
volveré a pasar hambre!."
Taurodelta
no volverá a intentar poner enhiesto
(bonito pueblo catalán de Aragón, hijo de Arathorn cuya plaza está
en poder los gabachos, ¡vuelve Agustina!) el palo y todos contentos
menos Molés y los que sufren a causa del viento. ¡Festival a favor
de estos últimos!
Taurodelta
ha decidido, parece, ofrecer la misma mierda de Temporada a sus
feligreses, pocos y huyen, abaratando precios: 7 euritos, ¡a 7
euritos! Haciendo caso omiso al señor Rajoy (rey del recorte puro y
de el de con gaseosa) en tanto a la perfidia del igualitarismo.
Taurodelta iguala por abajo estirpes y da paso franco a los infantes
de dos en dos: esto lo aplaudo.
Lo
aplaudo, y puede que sea lo único que apaudiré en una nueva
temporada de fríos, calores, erales, ciervos
liofilizados, bajatús, cuñados maleducados, señoras estupendas,
extranjeros indocumentados, italianos faltones, orientales educados,
habituales,
cervezas, decepciones y animales estrellados en el burladero del seis
y mas cervezas
en un eterno, hasta octubre, volver a volver.
Volveré,
soy
así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario